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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


domingo, 9 de diciembre de 2012

TAQUITOS DE LECHE FRITA

               Una merienda con el dulce sabor de la infancia...
              
    Me he lanzado a preparar un postre que me ha transportado a los tiempos felices de la infancia: taquitos de leche frita. Los he recordado como la merienda que nos daba mi madre cuando nos portábamos bien. La hacía con una receta que le había enseñado una amiga suya, monja de clausura en un convento de Teresianas. Supongo que estaréis al tanto de la buena fama que tienen los dulces de los conventos. Os aseguro que esta leche frita no se queda atrás. Su preparación no entraña ninguna complicación especial, aunque necesita tiempo para que la masa se enfríe. Debe hacerse, por tanto, un día antes del que se quiera consumir. Enumero los ingredientes y, a continuación, la forma de elaborarla.          INGREDIENTES: 1 vaso de leche, 3 cucharadas de harina, 1 rama de canela, 1 limón, 1 huevo, aceite de oliva, pan rallado, azúcar y canela molida.
MODO DE PREPARACIÓN: Lo primero que hay que hacer es disolver completamente el harina en la leche, en frío, para que no queden grumos. La masa resultante se echa en una sartén antiadherente, se le agrega una rama de canela, un trozo de cáscara de limón, una cucharada grande de azúcar y se pone a fuego medio. Hay que removerla continuamente hasta formar una pasta consistente, tipo bechamel. Estará buena cuando notemos que se despega fácilmente del fondo de la sartén. Llegado ese momento, se retira del fuego y se deja enfriar. Una vez que la masa esté completamente fría (aconsejo dejarla toda la noche tapada en el frigorífico) se corta en trocitos cuadrados o se le da la forma que guste a cada cual. Seguidamente, se rebozan los trozos de masa, primero en huevo y después en pan rallado. En una sartén honda se echa aceite de oliva y se pone al fuego con un buen trozo de cáscara de limón, que sirve para quitar la acidez al aceite y dejarle un agradable sabor. Una vez que el aceite esté bien caliente se retira el limón y se fríen en él los trozos de masa que habíamos rebozado en huevo y pan rallado. Se sacan al adquirir el color dorado característico y deben escurrirse muy bien para que suelten todo el aceite. Recomiendo que se viertan en un plato cubierto con papel de cocina. En otro plato aparte se prepara una mezcla de azúcar y canela molida, se envuelven en ella los trozos de dulce y se sirven.
¡Ya tenéis un postre para el fin de semana! Y, como la mayoría de las recetas de este blog, se trata de un plato riquísimo, económico y fácil de preparar. El único secreto es la paciencia... ¡El arma secreta de los buenos cocineros/as! Os animo a prepararlo y a disfrutarlo...                                    

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