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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


jueves, 27 de diciembre de 2012

HOMBRES QUE SABEN AMAR

   KattyEmi y Wynie hablan sobre los hombres que saben cómo amar
   Katty Lloyd está viviendo sobre una blanca nube de vuelo suave y ondulado su flamante y cada vez más firme historia de amor con El Psiquiatra EL AMOR DE SU VIDA De vez en cuando baja para cumplir con su papel de madre y con el resto de sus obligaciones cotidianas. También, para hacer partícipe de su felicidad al resto del grupo.  Fue el caso de ayer. Emi tenía invitaciones para el estreno de la obra ¿Quién teme a Virginia Woolf?, en el madrileño Teatro de La Latina. A la velada se sumaron Katty y Wynie. Por motivos que quedarán para otra ocasión. Olivia declinó asistir.
   Al término de la representación llegó la copa de champán ofrecida por la productora a sus invitados. Y seguidamente, las confidencias femeninas, que empezaron en un bar del barrio y terminaron en El Maligno. Katty estuvo pletórica durante toda la noche y su mirada lucía los destellos del amor.
    -Cada minuto a su lado es mágico. Estoy flotando, confesó a sus amigas.
    Estaban sentadas en la terraza de un local de vinos y tapas, casi vacío y cercano al teatro y al domicilio de Wynie. Se notaba que la crisis hacía estragos en una zona muy concurrida en el pasado reciente. Los camareros de los establecimientos colindantes permanecían charlando de brazos cruzados, a la espera de que alguno de los escasos clientes reclamara sus servicios. El amor da mucha hambre y Katty, corroborando esta teoría, engullía un hermoso bocadillo de jamón con tomate. Entre bocado y bocado la asaltaban los recuerdos de las manos de El Psiquiatra acariciando con maestría las partes más erógenas de su cuerpo. LAS FUENTES DEL PLACER
    -La comida y el sexo. Los dos placeres más grandes de la vida, comentó como si pensara en voz alta.
    -Es lo único que hacemos El Polaco y yo cuando estamos juntos. Vamos de la cocina a la mesa y del sofá a la cama y vuelta a empezar, le contestó EmiPASIÓN ANIMAL
    -Él sabe exactamente dónde tiene que tocar para estremecerme. Cada poro de mi piel vibra con un simple roce de sus dedos. El susurro de sus palabras me emociona. Lo que me está ocurriendo es muy grande, amigas, siguió Katty.
   Wynie no contestó. La escuchaba absorta, mojando sus labios con pequeños sorbos de coca-cola. Emi asintió con una sonrisa cómplice. Sabía de lo que hablaba porque en estado similar se recordaba a si misma en sus fogosos y efímeros encuentros con El Polaco. Katty prosiguió su monólogo gozoso.
  -Creo que el hecho de que sea médico y conozca bien la anatomía humana está directamente relacionado con su precisión a la hora de tocar, explicó.
   -Tampoco te pases, que es psiquiatra, no especialista en Medicina Interna, rió Emi. La maestría en el arte de tocar depende del tipo de hombre, no de la profesión. El Polaco no es médico y a mi me vuelve loca con solo rozarme, puntualizó convencida. ¿Tú qué dices,Wynie?
    -Que si, que va en función de cada hombre. Y de la atracción, de la química, por supuesto, respondió la aludida.
    -Este hombre es especial. No puedo describir el placer que siento con él. Es algo sublime, aseguró Katty.
   -Me alegro de que te haga tan feliz. ¿Ya no te acuerdas de El Belga?, inquirió Emi con cierto retintín mientras Wynie torcía el gesto.
    -No. Ni quiero, precisó la interesada. Su amor me llevaba al abismo. KATTY, SU AMANTE BELGA Y EL ABISMO  El de El Psiquiatra, al paraíso.
    -Menuda diferencia, rió de nuevo Emi. Lo que falta es que te dure y no se esfume como el viento. O como   EL TUITERO  de Wynie, ironizó mirándola a los ojos.
   -Esa noticia no está en cartelera, Emi. Ha caducado, masculló ésta, tajante. Ahora la primicia la tiene El Psiquiatra de Katty.
    -Por cierto, chicas, mirad allí, terció Katty girando su rostro a la derecha y señalando con el gesto a una pareja que se acercaba. ¿No es ese El de 28CORAZÓN CERRADO
     Emi y Wynie se volvieron al unísono.
    -Efectivamente, asintieron. El de 28 con una morena de su edad, especificó Wynie.
     El trío femenino lo miró con descaro al tiempo que él saludaba desde lejos con un guiño y su clásica sonrisa de seductor. (Continuará)                                                                         

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