.

.
Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


Emi, Wynie, Katty y Olivia

   Sobrevivir a los vaivenes de una relación a cuatro bandas
    Emy, Wynie, Katty Olivia son nombres falsos de mujeres reales cuya identidad, por razones obvias, permanecerá por los siglos de los siglos guardada en la memoria de las cuatro y protegida por el hermetismo de todas y cada una de ellas. Sí pertenecen a la realidad sus aventuras amorosas, sus opiniones sobre sexo y el resto de las correrías que la autora de este blog -persona muy cercana al cuarteto- irá desgranando conforme sucedan. También existen tal como se describen los lugares donde transcurren sus viviencias, aunque los nombres que recibirán aquí no corresponden a los auténticos de forma exacta.
     Los lectores@s de Ábremelo Ya encontraréis en este rincón un relato puntual sobre el estado de la relación entre ellas, así como acerca de las acciones y reacciones -de cada una de forma individual o del grupo en su conjunto- para sobrevivir a los enfrentamientos provocados por los hombres, los celos, la envidia o el egoísmo.
     La amistad entre las cuatro dista mucho de ser idílica, si bien es cierto que ninguna de ellas sabe vivir alejada del grupo o, al menos, de alguna de sus componentes. La más polémica es Emi Abbott, con la que todas -incluida su íntima Wynie Smith- han tenido desencuentros. De Emi dicen que tiene el ombligo más grande que el trasero, que va a lo suyo y que no le importa el sufrimiento de los demás mientras ella consiga su objetivo vital, es decir, hacer en cada momento lo que le dé la real gana. Wynie siempre pedía al resto que quisieran a Emi tal como era, porque intentar cambiar su egocentrismo resultaría inútil. Aplacó a Katty cuando Emi se puso a gritarle como una loca en un restaurante de moda de la Gran Vía por haber llegado diez minutos tarde a la cita que tenían ambas y asistir -para más inri, según Emi- acompañada de otra amiga que no caía bien a la susodicha. Y consoló a Olivia una noche en que ésta la llamó llorando como una descosida porque Emi la había humillado delante de un chico de 28 años del que se estaba enamorando y con el que había iniciado una relación prometedora. El Reencuentro de Olivia N. y El de 28
     Wynie adoraba a Emi y siempre creyó que era mutuo. Y que las trastadas se las haría a Katty o a Olivia, pero nunca a ella. Hasta que empezó una relación más o menos estable con un apuesto profesor de Matemáticas y Emi, lejos de ser amable con el flamante novio de su amiga o, al menos, comportarse de forma correcta, se dedicaba a ridiculizarlo y a meterse con su forma de vestir, su manera de hablar o con lo que le viniera a la cabeza cada vez que lo veía. Y una noche cualquiera el profe, cansado de tanta desfachatez, obligó a Wynie a escoger entre él y su amiga. Wynie, su Amante y el Fulgor de la Canela.
Os preguntaréis, queridos lectores, cómo terminó este culebrón, pero no es ahora el momento de revelarlo. Sí de contaros que, durante muchos días, los esfuerzos de Katty y Olivia resultaron inútiles para aplacar el dolor y la rabia de Wynie y conseguir que se recuperara de tanto desconsuelo.
    Dejando a un lado a Emi, su ombligo y sus trastadas, valgan los siguientes adjetivos para describir el carácter y motivaciones del grupo. Mézclenlos con sabiduría y obtendrán la receta que mejor pueda definir la relación entre las cuatro mujeres.
   Wynie: marisabidilla y envidiosa. Olivia: posesiva y celosa. Katty: interesada y ambiciosa. Emi, os lo he contado: ella misma con su ombliguismo y su mecanismo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario