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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


domingo, 9 de diciembre de 2012

POLLO AL PIÑÓN

La aventura de cocinar siguiendo cuadernos centenarios
         
   El ejercicio culinario de preparar un pollo al piñón siguiendo una receta que mi bisabuela escribió hace un siglo me ha llevado más de una hora y también, en más de una ocasión, he tenido que resolver las dudas creadas por tan antigua receta guiándome de mi propia intuición y experiencia en la cocina. Aquí radica el inconveniente de seguir los viejos cuadernos de mis antepasadas: si las explicaciones no son muy detalladas tienes que estrujarte la cabeza para pensar cómo resolver las dudas que se plantean. Hoy me ha ocurrido en dos ocasiones: la primera, con los "piñones tostados" que requería la receta. No los he encontrado en ninguno de mis establecimientos habituales. Los he comprado crudos y para tostarlos los he puesto en la sartén con una pizca de manteca de cerdo. Sin parar de moverlos para que el tueste fuera uniforme, los he retirado del fuego cuando han adquirido el característico color dorado. También decía la receta que se le agregara a la salsa una hoja de laurel tostado. Nunca he tenido la experiencia de tostar una hoja de laurel ni sé que sentido tiene, pero como me había propuesto cocinar el pollo siguiendo las indicaciones de la vieja receta de forma exacta, he metido la hoja de laurel en el horno junto a las verduras que estaba asando para el guiso y la he retirado unos minutos después, al alcanzar una especie de color pardo. 
    Una vez solventados estos pequeños inconvenientes, he cocinado el pollo tal como se explica en la antigua receta. Aunque en los preparados del cuaderno de pollo no figuran los ingredientes separados, los enumero a continuación y paso luego a copiar literalmente el texto que escribió mi bisabuela, con sus letras moldeadas en tinta negra de pluma. (El bolígrafo es un invento actual, que no existía en su época).
             
INGREDIENTES: un kilo de pollo troceado, tres tomates, una cabeza de ajo, dos cebollas, aceite de oliva, un vaso de vino de Jerez, una hoja de laurel tostada, sal, pimienta, clavo, canela molida, nuez moscada y piñones tostados.
PREPARACIÓN: Se asan tres o cuatro tomates, una cabeza de ajo, unos cascos de cebolla y todo esto se limpia y se maja con pimienta, un clavito, canela molida, nuez moscada y piñones tostados, almendras o avellanas. Se pone manteca, se fríe todo este majado y se vierte sobre el pollo que estaba en el perol hecho trozos. Se deja refreír con el pollo todo este majado y se le añade vino de Jerez y una hoja de laurel tostada. Se le añade agua y cuando esté tierno se deja en una salsa conservadita.  
    El resultado ha sido espectacular y el sabor, con el gusto característico de los guisos árabes y orientales, me ha resultado genuino. Lo he servido acompañado de moldes de arroz blanco y a mis invitados les ha gustado mucho. Me han dicho que se parecía al que ponen en los restaurantes hindúes, pero más bueno.                        

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