.

.
Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


viernes, 28 de diciembre de 2012

POLLO AL ESTILO DE SIMONETTA

Se prepara con curry y agua de coco y se sirve acompañado de un molde de arroz basmati 
  Las últimas aventuras entre fogones de mi prima Simonetta DE SIMÓN A SIMONETTA la han llevado a experimentar mezclas de especias y salsas exóticas con los ingredientes más clásicos de la cocina tradicional. Escribo estas líneas a la vez que transformamos juntas el típico pollo guisado con vino blanco en un Pollo al Curry con Agua de Coco y Arroz Basmati. El resultado: un guiso exquisito que, partiendo de los ingredientes de toda la vida, innova sabores con el aderezo de especias exóticas y agua de coco. Sin más dilación, paso al relato de nuestra particular odisea en la cocina.
    INGREDIENTES: Un pollo troceado, un chorro de aceite de oliva, una cebolla, un diente de ajo, un vaso de vino blanco, el agua de un coco, ¼ de litro de nata para cocinar, una cucharada de curry, sal, pimienta y media cucharadita de anís en grano.
    MODO DE PREPARACIÓN: Se cubre de aceite de oliva el fondo de una cazuela, se pone al fuego, se salpimentan los trozos de pollo, se echan en el aceite y se saltean durante 15 o 20 minutos a fuego fuerte, hasta que adquieran color. Se sacan, se reservan, se baja el fuego y, en el mismo aceite, se refríe la cebolla picada y un diente de ajo. Cuando estén dorados se añade el pollo que habíamos reservado, un vaso de vino blanco, el curry y el anís en grano. Se mezcla bien todo y se mantiene en el fuego hasta que el vino se consuma. Una vez evaporado el vino, se le añade el vaso de agua de coco y se deja a fuego vivo y sin tapar durante 15-20 minutos. Finalmente, cuando el pollo esté casi tierno, se añade la nata, se remueve bien todo para que se mezclen los sabores y se mantiene la cazuela a fuego medio y destapada hasta que la salsa adquiera consistencia. Se sirve bien caliente y acompañado de un molde de arroz basmati.
  Como podréis comprobar, la preparación de este plato exótico y original no entraña dificultad. El agua de coco se puede obtener directamente de la fruta o comprarla envasada. Si optáis por la primera opción, como hemos hecho Simonetta y yo, podéis comeros el coco de postre. Sacarle el agua es muy sencillo. Lo primero que hay que hacer es agitarlo para comprobar que tiene agua. Si no escucháis el típico chapoteo del agua en su interior al moverlo, hay que desecharlo porque significa que está seco o pasado y no puede comerse. Para extraer el líquido hay que localizar los tres “ojos” que tiene en su superficie y probar, con la punta de un cuchillo, cuál de ellos es el que está tierno. Para perforarlo, se encaja la punta del cuchillo en el centro y se gira, sin necesidad de hacer fuerza ni movimientos bruscos, hasta que queda abierto el hueco. Una vez sacada el agua, hay que consumir la fruta ese mismo día.
    Por último, para preparar el arroz basmati tenéis que refreír un diente de ajo en una sartén, agregarle una taza de arroz cuando esté dorado y removerlo un par de veces. Seguidamente, añadir tres medidas de agua de la misma taza que se ha usado para medir el arroz, y dejarlo al fuego sin tapar hasta que el agua se consuma y el arroz esté tierno. Ambas cosas deben ocurrir de forma simultánea, y lo hacen siempre que se guarde la proporción referida de una medida de arroz por tres de agua.
   Mi consejo es que, a la hora de comerlo, mezcléis el arroz con la salsa del pollo. Os chuparéis los dedos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario