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Un blog de relatos eróticos y cocina con solera. Los relatos narran las aventuras de cuatro mujeres divorciadas y sus conversaciones sobre sexo y hombres. Las recetas se elaboran siguiendo viejos cuadernos de cocina, escritos a principios del siglo XX


miércoles, 30 de mayo de 2012

EL MUSCULOSO

      ...Se quitó la ropa y se colocó sobre ella...
    Sentados en una terraza cercana a su domicilio, Katty Lloyd miraba de reojo el rostro anguloso y atractivo del hombre, sus brazos potentes y musculosos y su torso cuadrado y lampiño. No prestaba atención a una conversación trivial sobre jornadas anodinas de trabajo en una oficina. Sus sentidos volaban arrastrados por el delirio de placeres soñados. Lo imaginaba a su lado en la ancha cama de su vivienda cercana, sus labios carnosos besándola, la caricia de sus manos grandes y el deleite de un cuerpo al que vislumbraba perfecto bajo la escasa ropa de verano.
   Era su primera cita con El Musculoso, al que acababa de conocer en un portal de encuentros de Internet. Llevaba algún tiempo buscando en la red al hombre con el que no tenía la suerte de chocarse en su vida cotidiana. El anhelo de Katty, la aspiración en esta etapa de su existencia, se centra en la idea de encontrar al compañero que llene de ternura los momentos agrios del acontecer diario; al macho que envuelva sus noches de pasión; y al amigo con el que compartir inquietudes, sueños y desvelos...  Katty, el Amor y el Sexo
    No había surgido en muchas noches de marcha con sus amigas en El Maligno y otros famosos lugares de la noche de Madrid; no se topó con él en las numerosas salidas con su jefa y amiga Estefanía a una sala de fiestas de postín; y, hasta la fecha, seguía sin acertar con los candidatos que seleccionaba de entre las muchas ofertas que surgían en la pantalla de su portátil...
    Desde que el tipo le envió por e-mail la fotografía que ilustra este relato, Katty tuvo la certeza de que éste tampoco iba a ser el príncipe azul que convirtiera sus sueños en realidades. Aceptó la cita impresionada por la imagen de esa anatomía cubierta de músculos que parecían esculpidos por un maestro de las Bellas Artes. Y pensó en su dueño como en un objeto de deseo, no como en el compañero de vida.
     Estas ideas paseaban por su mente mientras El Musculoso degustaba el café a sorbos cortos y ella sentía los rigores del ardor que atravesaba su cuerpo, en parte por el licor que estaba saboreando y, sobre todo, por la atracción que ejercía su acompañante hacia cada una de las neuronas de su sistema nervioso...
     Terminaron sus bebidas y dieron una vuelta a la manzana a paso lento. El apartamento de Katty estaba perfectamente ordenado y situado justo en la calle de al lado a la que se encontraban, circunstancia que facilitó el primer envite:
-Vivo aquí al lado. ¿Te gustaría conocer mi casa?, le preguntó con la mayor naturalidad.
-Por supuesto, asintió él. Vamos.
     Llegaron y se sentaron en el sofá. El Musculoso empezó a besarla mientras le desabrochaba la camisa y se aventuraba a despojarla del sujetador y de la falda. La desnudó por completo, la cogió en volandas como si se tratara de un pajarillo y la tendió boca arriba. Se quitó la ropa y se colocó sobre ella en posición contraria, postura del 69. Después de llevarla al cenit del placer con su lengua se introdujo en su cuerpo, la embistió con ritmo de experto y consiguió hacerla volver al paraíso al mismo tiempo en que lo disfrutaba él. Unos minutos después se trasladaron del salón al dormitorio y se amaron de nuevo en la cama.
      El Musculoso se marchó pronto. Le explicó que era deportista, que tenía un partido y que no podía quedarse más tiempo. Le aseguró que la telefonearía al día siguiente. Katty no lo creyó ni le dio importancia y, cuando la llamada se produjo, la sorprendió tanto que exclamó un "¡eres tú!", sin disimular un ápice la dicha que le producía escucharlo...
      Katty y El Musculoso han concertado su segunda cita. Puede que no sea el hombre de su vida pero, al menos, lo que hubo entre ellos va a repetirse.
      Os contaré más novedades sobre la pareja en próximas entregas de Ábremelo Ya...

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