Olivia N. y Wynie Smith han pasado un
fin de semana muy bien acompañadas. La primera estaba citada el
viernes con El de 28 y junto a él permaneció hasta el domingo.
Wynie también había quedado con El Tuitero el viernes y no se
separó de su lado hasta el sábado por la noche. Ambas fueron,
durante muchas horas seguidas, deseadas y amadas, halagadas y
mimadas...
Desde que se reencontraron en fechas
recientes, El de 28 asaltaba con frecuencia los pensamientos
de Olivia. De sopetón y en contra de su voluntad, el murmullo de sus
palabras susurrantes -”eres mía, te quiero solo para mi”-,
pronunciadas en pleno éxtasis amoroso, inundaba sus sentidos. Lo
maldecía entonces por ser tan cínico, por decirle esas cosas
después de anunciarle que tenía novia y, sobre todo, por no poder
apartarlo de su mente sabiendo que nunca sería del todo suyo. El Reencuentro de Olivia y El de 28
Era consciente de esta realidad pese a
haber pasado un fin de semana entero en sus brazos. Pese a haber
escuchado de sus labios un “te quiero” reiterado. Y pese a
haberlo sentido dentro de su cuerpo con la intensidad y el deseo de
la primera vez... No podía dejar de pensar en lo enamorada que
estuvo de él y en su repentino abandono. Aunque le hubiera pedido
perdón una y mil veces, jurándole que lo lamentaba de corazón.
Aunque le asegurara que acababa de dejar a su novia y que ella era la
única mujer que lo hacía verdaderamente feliz, Olivia tenía claro
que un abismo inexpugnable los separaba: quince años de diferencia.
Razón suficiente para negarse a sí misma la posibilidad de volver a enamorarse
de él...
Después de despedirlo al caer la noche
del domingo se recostó en el sofá y se deleitó rememorando los
momentos gloriosos que acababan de disfrutar juntos. Él cantándole
al oído temas de Leonard Cohen mientras la acariciaba con una pasión
no exenta de ternura. El sabor incomparable de sus labios, el deleite
de su cuerpo desnudo y el embrujo de sus manos explorando las fuentes
del placer... Cerró los ojos y se recreó en su estado de dicha.
Sentía en esos momentos que el futuro no importaba. Que su ser
estaba impregnado de las horas pasadas a su lado y que esa sensación
era mutua. “Siempre habrá algo de mi en ti”, le dijo él antes
de marcharse... Y con el eco de esas palabras se quedó dormida. Una
amplia sonrisa de satisfacción se dibujó en su semblante...
Wynie Smith también pasó gran parte
del fin de semana con su nuevo amigo especial: El Tuitero. sobre ellos y
sus aventuras os informaré mañana...
No hay comentarios:
Publicar un comentario