La receta con solera que os presento
hoy, albóndigas de merluza, es una exquisitez que he elaborado
siguiendo el Cuaderno de Pescado que mi abuela terminó de escribir
en 1928. RECETAS CON MUCHA SOLERA Su preparación resulta entretenida -aunque no difícil- y
requiere, como la mayoría de los platos que ella dejara plasmados en
sus viejos cuadernos de cocina, de una buena dosis de paciencia. En
primer lugar, copio textualmente de la receta original los
ingredientes utilizados, y continúo luego con el modo de
preparación.
INGREDIENTES:
Un kilogramo de merluza que no sea de
la parte de la cabeza. un manojo de perejil, seis dientes de ajo, un
casquito de cebolla, dos cucharadas de pan rallado, pimienta molida,
el zumo de medio limón de tamaño regular, un huevo crudo.
Para la salsa: el caldo donde ha cocido
la merluza, azafrán, una hoja de laurel, una ramita de perejil, dos
dientes de ajo, una cucharada de almendras fritas, una cucharadita de
harina tostada y una yema de huevo cocida.
MODO DE HACERLAS:
Después de cocida la merluza, límpiese
de piel y espinas y desmenúcese. Májense los ajos crudos, el
perejil y la cebolla algo frita. Amásese todo con el pan rallado, el
huevo crudo y el limón, sazonándolo de sal y pimienta. Fórmense
las albóndigas ni muy grandes ni muy chicas, envuélvanse en harina
y fríanse en aceite bien caliente hasta dorarlas.
Mientras se fríen, confecciónese la
salsa del modo siguiente: échese en una cazuela 200 gramos de
aceite, se pone al fuego, se fríen las almendras, los ajos y el
perejil y se pasa todo al mortero majándolo muy bien con la yema del
huevo cocido y la cucharadita de harina tostada. Deslíese después
con caldo del que cociera el pescado, bátase el conjunto con el
aceite, póngase al fuego sin dejar de moverlo, añádase el laurel
el azafrán y cuando esté bien caliente y ligado, viértase sobre
las albóndigas para servirlas enseguida.
He cocinado las albóndigas siguiendo
fielmente las instrucciones de mi abuela. La única modificación es
que no he usado el mortero, sino la batidora, para majar los
ingredientes. Tampoco las he servido nada más terminar de hacer la
salsa, como reza en el escrito. Lo que hice fue echar la salsa sobre
las albóndigas y calentar todo a fuego lento justo antes de servir
el plato.
Mi consejo es que preparéis esta
receta cuando queráis agasajar a vuestros amigos o familiares con
una cena especial. Es lo que yo hice y creo que triunfé, a juzgar
por los halagos de mis invitados.
¡FELIZ TARDE DE DOMINGO!
RoCastrillo
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